El ser humano es capaz de imaginar, de soñar y de visualizar nuevos nichos de transformación. Es por ello que hoy la creatividad se haya convertido en un aspecto relevante en las organizaciones y eso significa tener equipos capaces “de pensar fuera de la caja” para proporcionar efectivas e innovadoras soluciones en un mercado cada vez más competitivo y globalizado.
Por otro lado, los beneficios del humor han venido ocupando un espacio en la literatura de negocios, tanto a nivel individual como organizacional. Estudios han demostrado que el uso del humor es un estimulante para la creatividad, y en su efecto contrario, una empresa con empleados estresados genera un ambiente desmotivador y con dificultades para hallar buenas soluciones. Es por ello que contar con estrategias que contribuyan a disminuir el estrés, motivar al personal y generar un ambiente creativo -como hacen compañías como Google- es una solución ganadora.
¿Existe una relación entre sentido del humor y creatividad?
Según Robert Sternberg (2001) la creatividad es el proceso de utilizar la inteligencia, imaginación y habilidades para desarrollar un producto, objeto, proceso o pensamiento nuevo o novedoso. Por otro lado, el sentido del humor supone creatividad e ingenio, implica un modo de ver las cosas diferentes, absurdas y burlescas. Ayuda a ver las cosas desde diferentes perspectivas. Por tanto, estimula la creatividad. De hecho, William Fry, profesor de psiquiatría de la Universidad de Stanford, considera a la creatividad y al humor como elementos idénticos. “Ambos implican juntar cosas que no tienen una conexión obvia y crear una relación”. W. Fry.
Gracias a las modernas técnicas de neuroimagen, sabemos que el humor se origina en un área denominada central de detección de errores. Está localizada casi en el centro del cerebro, justo encima del cuerpo calloso que conecta los hemisferios izquierdo y derecho (A. Herrera). De hecho, muchos estudios neuropsicológicos respaldan la idea de una asociación entre nuestros estados emocionales positivos y la creatividad. La dopamina, liberada por la risa funciona como neurotransmisor y activa mecanismos neuronales vinculados con el aprendizaje dando como resultado una persona más flexible y creativa, todo ello gracias al humor.
En el ámbito del branding, para crear una marca, debemos de empatizar con el público al que te quieres dirigir, entenderlo, y crear un universo a su alrededor, una historia. Este ejercicio requiere grandes dosis de ingenio, creatividad y por supuesto, sociabilidad. En relación a la creatividad y el humor, McGhee (1999), menciona que ha habido numerosas investigaciones desde los años 50 las cuales documentan una relación muy estrecha entre los dos. Las personas con un mejor sentido del humor tienden a ser más creativas. Tanto el humor como la creatividad tienen la capacidad de transmitir información y esperar una reacción determinada en nuestro interlocutor (risa, empatía, interés…) ambos tienen que ver con la capacidad cerebral y flexible de entender el entorno y de comunicar.
Las empresas para sobrevivir a los constantes cambios del entorno necesitan renovar sus productos, servicios, procesos y métodos centrados en los clientes. Esta renovación no es otra cosa que la innovación que se consigue mediante la creatividad. Por ello, muchas empresas emplean dinámicas para fomentar la creatividad de sus empleados, muchas de ellas basándose, no solo en el juego, que es un recurso natural de aprendizaje, sino también en el humor y la diversión, medio por cual también conseguimos un ambiente relajado, proactivo y eficaz. Una persona con un buen sentido del humor es mucho más capaz que otras de enfrentarse a situaciones conflictivas. El potencial creador del individuo se parece bastante a la capacidad física, cuanto mas se empleen mejor será el desempeño. Es por ello, la necesidad de un programa de ejercicios creativos para estimular los tejidos cerebrales.
«El sentido del humor refleja un modo de pensamiento: una forma de entender y relacionarnos con los demás así como de potenciar la creatividad.»
Mediante este ejercicio observemos como el cerebro se prepara para encontrar posibles soluciones en el momento en que nos cuentan un chiste:
Intenta resolver esta pregunta de la forma más lógica posible:
— ¿Sabes por qué los submarinistas se lanzan de espaldas al agua?
Si eres un buzo experimentado posiblemente tengas la respuesta, si no, tu cerebro cabilará varias opciones: Porque el peso lo llevan en la espalda y es más cómodo, porque sería peligroso ir con los pies fuera del bote, etc.
Tu cerebro, que está expuesto a un reto en el que no se había detenido antes, intenta solucionarlo de la forma más lógica posible, más fácil. Sin embargo, en paralelo, también se activan partes del cerebro que se preparan para el imprevisto. Y una zona del hemisferio derecho, entre otras, comienza a imaginar posibles soluciones absurdas:
— Porque si se tiran de cabeza caen de nuevo en el barco.
Puede que tu cerebro haya detectado el error y liberado dopamina llegados a este punto, o puede que no, no importa, lo que importa es que una parte diferente a la habitual de tu cerebro se ha activado, ha comenzado a pensar en el absurdo, en lo improbable, en lo poco común.
Ha empezado a ser creativo.